La zona conocida como el Bronx, en Bogotá, fue un lugar reconocido por el expendio de drogas y de prostitución. Sin embargo, desde hace 5 años, los gobiernos local y nacional le han apostado por un centro para impulsar la cultura.
La que era la zona más deprimida de Bogotá volvió a vibrar con una muestra de la exuberante sabrosura de Timbiquí, Guapi, Buenaventura y Quibdó, pueblos del Pacífico colombiano cuyo jolgorio se apoderó de la capital colombiana en un abrebocas del tradicional festival Petronio Álvarez.